En España se estima que actualmente hay entre 120.000 y 150.000 personas con VIH, de las que aproximadamente una de cada cuatro (25%) se encuentran actualmente sin trabajo, una cifra que ha ido creciendo progresivamente en los últimos años como consecuencia de la crisis. Así lo ha asegurado la nueva secretaria del Plan Nacional sobre Sida, Isabel Noguer, en el marco de las III Jornadas sobre Sensibilidad Empresarial y VIH' organizada en Madrid por CaixaForum y la Federación Trabajando en Positivo.
Según ha explicado Noguer, el porcentaje de pacientes con VIH en situación de desempleo había comenzado a descender progresivamente desde el año 2000, cuando el 36 por ciento de estos pacientes estaba en paro. Sin embargo, tras tocar fondo en 2007 (cuando sólo un 15 por ciento no tenían trabajo) la crisis ha recrudecido esta situación. "Es lógico que a partir de 2008 las personas con VIH hayan experimentado un aumento de paro, coherente con lo ocurrido en la población general", ha asegurado esta experta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
No obstante, la secretaria del Plan Nacional sobre Sida reconoce que "todavía queda mucho por hacer" para conseguir que estos pacientes no sufran problemas en su entorno laboral diferentes a los del resto de trabajadores. Prueba de ello es que, según una encuesta reciente de la Fundación para la Prevención y la Investigación del Sida en España, "cerca del 30 por ciento de los trabajadores se sentiría algo incómodo si tuvieran que trabajar en la misma oficina con una persona con VIH". "Los datos son todavía preocupantes", señala Noguer, quien prefiere "mirarlos desde el dato positivo", ya que "un 70 por ciento trabajaría a gusto con una persona VIH". Además, ha añadido que la proporción actual sería "increíble en los años 90".
Según ha explicado Noguer, el porcentaje de pacientes con VIH en situación de desempleo había comenzado a descender progresivamente desde el año 2000, cuando el 36 por ciento de estos pacientes estaba en paro. Sin embargo, tras tocar fondo en 2007 (cuando sólo un 15 por ciento no tenían trabajo) la crisis ha recrudecido esta situación. "Es lógico que a partir de 2008 las personas con VIH hayan experimentado un aumento de paro, coherente con lo ocurrido en la población general", ha asegurado esta experta del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
No obstante, la secretaria del Plan Nacional sobre Sida reconoce que "todavía queda mucho por hacer" para conseguir que estos pacientes no sufran problemas en su entorno laboral diferentes a los del resto de trabajadores. Prueba de ello es que, según una encuesta reciente de la Fundación para la Prevención y la Investigación del Sida en España, "cerca del 30 por ciento de los trabajadores se sentiría algo incómodo si tuvieran que trabajar en la misma oficina con una persona con VIH". "Los datos son todavía preocupantes", señala Noguer, quien prefiere "mirarlos desde el dato positivo", ya que "un 70 por ciento trabajaría a gusto con una persona VIH". Además, ha añadido que la proporción actual sería "increíble en los años 90".